Pregunta 4: Importancia cuantitativa y cualitativa del español en el mundo
Aunque hoy en día a la hora de elegir el uso de una lengua usemos criterios económicos o
sociales, ninguna lengua es mejor que otra, todas son dignas de estudio y protección. Al final, no
dejan de ser medios de transmisión de una comunidad hablante concreta, sin una valoración
subjetiva.
Cada cierto tiempo, se hace un estudio de la situación de las lenguas en el mundo, según su uso.
Nuestra lengua actualmente está muy bien situada comparado al resto. Las cifras y datos que
aportaré, son usados del anuario de 2024 del Instituto Cervantes.
Distinguiremos entre importancia cuantitativa, número de hablantes, y cualitativa, cualidades a
diferencia de otras lenguas, del español en el mundo.
Importancia cuantitativa
Destaca su número de hablantes, el número de países que lo tienen como lengua oficial y el
español como lengua minoritaria en ciertos países, como en Estados Unidos, que a pesar de ser
la minoritaria, es el 5º país del mundo en el que más se habla español.
El número de hablantes que tiene el español como lengua materna, posiciona a la lengua
española como la 2º más hablada del mundo, detrás del mandarín. La lengua española la hablan
alrededor de 500 millones de personas en el mundo. Esto nos ofrece un mercado amplio de
personas, que supera al árabe, al inglés o al hindú.
Si hablamos de países, muchos tienen recogida en su constitución, de manera jurídica, que es la
lengua oficial. Hay casos en que está recogida de denominación, es decir, si lo consideran
español o castellano:
- Castellano: Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Paraguay, Perú y Venezuela. La
mayoría de sus constituciones son creadas entre 1978 (la española) hasta 1999 (venezolana),
excepto la de Bolivia que es de 2009. Como vemos, todas relativamente recientes.
- Español: Costa Rica, Cuba, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Nicaragua y Panamá.
- No distingue o no se menciona: Argentina, Chile, México, Puerto Rico, República Dominicana y
Uruguay.
El español es considerado una lengua de hecho o lengua de vehículo, es decir, una lengua para
comunicarse entre todos donde hay gente que habla más un idioma.
Por ejemplo, en Guinea Ecuatorial, en 1978 su lengua oficial era el español, pero en 2011 se
volvió la cooficial con el español y otras lenguas que convengan.
Puerto Rico, a pesar de no tener puesto que el español es el idioma oficial, tiene leyes
fundamentales que lo constatan, a pesar de pertenecer indirectamente a Estados Unidos. Puerto
Rico pasó por varios cambios con respecto a la lengua en su Constitución. En 1902 autoriza el
empleo indistinto del español y el inglés. En 1991, casi 90 años después, declaran el español
como lengua oficial. En 1993, derogan la ley anterior y declaran oficiales el español y el inglés. En
2015 declaran el español como idioma oficial primario, dejando el inglés como secundario.
Hay otros países, como Cuba, que deciden distinguir entre español y castellano, eligiendo el
primer término, para no compartir más rasgos de los necesarios con su anterior metrópolis, como
Cuba.
En España, se declara el español el idioma oficial por primera vez en la Constitución de 1931, de
la 2º República. En este artículo se dice que el castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene la obligación de saberlo (el idioma) y el derecho de usarlo, sin perjuicio de los
derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de la provincia de la región.
En la Constitución de 1978, además de este artículo, se añade que en las Comunidades
Autónomas con otros dialectos, de acuerdo a sus estatutos, ambas serán oficiales si este lo
indica.
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Aunque hoy en día a la hora de elegir el uso de una lengua usemos criterios económicos o
sociales, ninguna lengua es mejor que otra, todas son dignas de estudio y protección. Al final, no
dejan de ser medios de transmisión de una comunidad hablante concreta, sin una valoración
subjetiva.
Cada cierto tiempo, se hace un estudio de la situación de las lenguas en el mundo, según su uso.
Nuestra lengua actualmente está muy bien situada comparado al resto. Las cifras y datos que
aportaré, son usados del anuario de 2024 del Instituto Cervantes.
Distinguiremos entre importancia cuantitativa, número de hablantes, y cualitativa, cualidades a
diferencia de otras lenguas, del español en el mundo.
Importancia cuantitativa
Destaca su número de hablantes, el número de países que lo tienen como lengua oficial y el
español como lengua minoritaria en ciertos países, como en Estados Unidos, que a pesar de ser
la minoritaria, es el 5º país del mundo en el que más se habla español.
El número de hablantes que tiene el español como lengua materna, posiciona a la lengua
española como la 2º más hablada del mundo, detrás del mandarín. La lengua española la hablan
alrededor de 500 millones de personas en el mundo. Esto nos ofrece un mercado amplio de
personas, que supera al árabe, al inglés o al hindú.
Si hablamos de países, muchos tienen recogida en su constitución, de manera jurídica, que es la
lengua oficial. Hay casos en que está recogida de denominación, es decir, si lo consideran
español o castellano:
- Castellano: Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Paraguay, Perú y Venezuela. La
mayoría de sus constituciones son creadas entre 1978 (la española) hasta 1999 (venezolana),
excepto la de Bolivia que es de 2009. Como vemos, todas relativamente recientes.
- Español: Costa Rica, Cuba, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Nicaragua y Panamá.
- No distingue o no se menciona: Argentina, Chile, México, Puerto Rico, República Dominicana y
Uruguay.
El español es considerado una lengua de hecho o lengua de vehículo, es decir, una lengua para
comunicarse entre todos donde hay gente que habla más un idioma.
Por ejemplo, en Guinea Ecuatorial, en 1978 su lengua oficial era el español, pero en 2011 se
volvió la cooficial con el español y otras lenguas que convengan.
Puerto Rico, a pesar de no tener puesto que el español es el idioma oficial, tiene leyes
fundamentales que lo constatan, a pesar de pertenecer indirectamente a Estados Unidos. Puerto
Rico pasó por varios cambios con respecto a la lengua en su Constitución. En 1902 autoriza el
empleo indistinto del español y el inglés. En 1991, casi 90 años después, declaran el español
como lengua oficial. En 1993, derogan la ley anterior y declaran oficiales el español y el inglés. En
2015 declaran el español como idioma oficial primario, dejando el inglés como secundario.
Hay otros países, como Cuba, que deciden distinguir entre español y castellano, eligiendo el
primer término, para no compartir más rasgos de los necesarios con su anterior metrópolis, como
Cuba.
En España, se declara el español el idioma oficial por primera vez en la Constitución de 1931, de
la 2º República. En este artículo se dice que el castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene la obligación de saberlo (el idioma) y el derecho de usarlo, sin perjuicio de los
derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de la provincia de la región.
En la Constitución de 1978, además de este artículo, se añade que en las Comunidades
Autónomas con otros dialectos, de acuerdo a sus estatutos, ambas serán oficiales si este lo
indica.
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La RAE, solicitó que a este artículo “se añadiera quede entre todas las lenguas de España, el
castellano recibe la denominación de español o lengua española, como idioma común de toda la
nación”. Es decir, que el catalán y el vasco, eran lenguas de España, por pertenecer a regiones
del país, pero no eran lenguas españolas.
Esta decisión fue criticada por toda Hispanoamérica. Juan Miguel Lope Blanch, lingüista español,
criticará la decisión de los entendidos en rebautizar el español como castellano, y no apoyar las
sugerencias de la RAE en su artículo “¿Lengua española o castellana? Un problema de política
lingüística”. Criticará este calificativo desde una perspectiva lingüística y una política. En la
lingüística, sugiere que no es idóneo para designar nuestra lengua usar el adjetivo “castellana”.
Citará a Amado Alonso, y nos dirá que este calificativo solo se ha podido poner por cuestiones
patrióticas, afectivas y subjetivas, ya que el término “española” englobaría a todas las variantes
de dicha lengua, y si decimos “castellana”, nos referimos a una lengua estrictamente de Castilla.
Por ello, todas las academias, instituciones y asociaciones se llaman “... de la lengua española”,
porque engloban a todas las variantes del globo. Sugiere que al no ser lingüistas los que
redactaron el artículo, hicieron lo que quisieron y cambiaron el nombre de una lengua que ya
estaba consolidado de hace muchos años, rompiendo una tradición.
Lope Blanch hará mucho hincapié en que esta cambio solo puede ser político. Critica que este
cambio es inútil, ya que en el resto de lenguas, a la lengua “castellana” se la conoce directamente
como “español”. También nos dice que, al referirnos a ella como “castellana”, la dejamos al
mismo nivel que un dialecto, como el catalán o el vasco. Critica la ausencia de solicitud de
opinión al resto de países, que también están divididos en ese aspecto, por lo que hubieran
llegado a la misma conclusión, pero no se verían perjudicados por sus opiniones e
Hispanoamérica no los podría criticar. Concluirá con que todavía en algunos queda el
pensamiento de que los españoles somos los dueños de la lengua española, cuando en el otro
lado del mundo la compartimos con millones de personas más.
Debemos diferenciar entre lengua oficial y lengua nacional, ya que hoy en día hay una gran
confusión. El castellano es la lengua española oficial del Estado. La RAE sugerirá que se omita el
adjetivo “español”, ya que si estamos leyendo un artículo de la Constitución española, se
entiende de qué lengua hablamos. Además, el artículo dice “Las demás lenguas españolas serán
también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos”.
Esto estaría mal expresado, ya que son lenguas nacionales, y la lengua española es la oficial, por
lo que las lenguas españolas como tal no existen.
Es decir, la lengua oficial de España sería el castellano, y las lenguas nacionales, los dialectos que
son cooficiales con el castellano según los Estatutos de casa Comunidad Autónoma. La lengua
nacional es una lengua de un país o Estado, y la lengua oficial en la que se da la educación y se
redactan las leyes.
Si nos fijamos en los estatutos de autonomía de las Comunidades Autónomas de Cataluña,
Galicia, las Islas Baleares, Valencia y el País Vasco, las 5, que tienen una lengua histórica, es
decir, una lengua diferente al español, recogen esta como lengua propia y la hacen cooficial con
el castellano. La lengua propia de un territorio es la mayoritaria. A pesar de tener todas en sus
estatutos las siguientes lineas, como las de la Comunidad Valenciana: “1. La lengua propia de la
Comunitat Valenciana es el valenciano. 2. El idioma valenciano es el oficial en la Comunitat
Valenciana, al igual que lo es el castellano, que es el idioma oficial del Estado. Todos tienen
derecho a conocerlos y a usarlos y a recibir la enseñanza del, y en, idioma valenciano”, en la
mayoría de las comunidades no es el mayoritario, lo es el castellano.
En Navarra no se da esto, sino que lo hacen al revés. Al no ser el vasco mayoritario, sugieren que
el castellano es el oficial, y luego incluyen el vasco como oficial en las zonas que se hable.
Otro error que solemos cometer, es cambiar los topónimos y antropónimos. Cuando se habla en
español, al tener una variación en nuestro idioma por cuestiones históricas, tenemos que decir
estos nombres en español, no en su idioma. Por lo que, no decimos Girona, sino Gerona.
Un fuerte movimiento nacionalista llevó a la recuperación de lenguas que en verdad ya no
existían, sobretodo cuando empezó a surgir el sentimiento de querer ser una Comunidad
Autónoma. Por lo que pensaban que para ser una de verdad, necesitaba tener una lengua propia.
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castellano recibe la denominación de español o lengua española, como idioma común de toda la
nación”. Es decir, que el catalán y el vasco, eran lenguas de España, por pertenecer a regiones
del país, pero no eran lenguas españolas.
Esta decisión fue criticada por toda Hispanoamérica. Juan Miguel Lope Blanch, lingüista español,
criticará la decisión de los entendidos en rebautizar el español como castellano, y no apoyar las
sugerencias de la RAE en su artículo “¿Lengua española o castellana? Un problema de política
lingüística”. Criticará este calificativo desde una perspectiva lingüística y una política. En la
lingüística, sugiere que no es idóneo para designar nuestra lengua usar el adjetivo “castellana”.
Citará a Amado Alonso, y nos dirá que este calificativo solo se ha podido poner por cuestiones
patrióticas, afectivas y subjetivas, ya que el término “española” englobaría a todas las variantes
de dicha lengua, y si decimos “castellana”, nos referimos a una lengua estrictamente de Castilla.
Por ello, todas las academias, instituciones y asociaciones se llaman “... de la lengua española”,
porque engloban a todas las variantes del globo. Sugiere que al no ser lingüistas los que
redactaron el artículo, hicieron lo que quisieron y cambiaron el nombre de una lengua que ya
estaba consolidado de hace muchos años, rompiendo una tradición.
Lope Blanch hará mucho hincapié en que esta cambio solo puede ser político. Critica que este
cambio es inútil, ya que en el resto de lenguas, a la lengua “castellana” se la conoce directamente
como “español”. También nos dice que, al referirnos a ella como “castellana”, la dejamos al
mismo nivel que un dialecto, como el catalán o el vasco. Critica la ausencia de solicitud de
opinión al resto de países, que también están divididos en ese aspecto, por lo que hubieran
llegado a la misma conclusión, pero no se verían perjudicados por sus opiniones e
Hispanoamérica no los podría criticar. Concluirá con que todavía en algunos queda el
pensamiento de que los españoles somos los dueños de la lengua española, cuando en el otro
lado del mundo la compartimos con millones de personas más.
Debemos diferenciar entre lengua oficial y lengua nacional, ya que hoy en día hay una gran
confusión. El castellano es la lengua española oficial del Estado. La RAE sugerirá que se omita el
adjetivo “español”, ya que si estamos leyendo un artículo de la Constitución española, se
entiende de qué lengua hablamos. Además, el artículo dice “Las demás lenguas españolas serán
también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos”.
Esto estaría mal expresado, ya que son lenguas nacionales, y la lengua española es la oficial, por
lo que las lenguas españolas como tal no existen.
Es decir, la lengua oficial de España sería el castellano, y las lenguas nacionales, los dialectos que
son cooficiales con el castellano según los Estatutos de casa Comunidad Autónoma. La lengua
nacional es una lengua de un país o Estado, y la lengua oficial en la que se da la educación y se
redactan las leyes.
Si nos fijamos en los estatutos de autonomía de las Comunidades Autónomas de Cataluña,
Galicia, las Islas Baleares, Valencia y el País Vasco, las 5, que tienen una lengua histórica, es
decir, una lengua diferente al español, recogen esta como lengua propia y la hacen cooficial con
el castellano. La lengua propia de un territorio es la mayoritaria. A pesar de tener todas en sus
estatutos las siguientes lineas, como las de la Comunidad Valenciana: “1. La lengua propia de la
Comunitat Valenciana es el valenciano. 2. El idioma valenciano es el oficial en la Comunitat
Valenciana, al igual que lo es el castellano, que es el idioma oficial del Estado. Todos tienen
derecho a conocerlos y a usarlos y a recibir la enseñanza del, y en, idioma valenciano”, en la
mayoría de las comunidades no es el mayoritario, lo es el castellano.
En Navarra no se da esto, sino que lo hacen al revés. Al no ser el vasco mayoritario, sugieren que
el castellano es el oficial, y luego incluyen el vasco como oficial en las zonas que se hable.
Otro error que solemos cometer, es cambiar los topónimos y antropónimos. Cuando se habla en
español, al tener una variación en nuestro idioma por cuestiones históricas, tenemos que decir
estos nombres en español, no en su idioma. Por lo que, no decimos Girona, sino Gerona.
Un fuerte movimiento nacionalista llevó a la recuperación de lenguas que en verdad ya no
existían, sobretodo cuando empezó a surgir el sentimiento de querer ser una Comunidad
Autónoma. Por lo que pensaban que para ser una de verdad, necesitaba tener una lengua propia.
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