El método cartesiano

El método cartesiano, una metodología desarrollada por René Descartes en el siglo XVII, representa uno de los pilares fundamentales del pensamiento filosófico y científico moderno. Este método no solo revolucionó la manera en que los filósofos y científicos abordaban el conocimiento, sino que también estableció las bases para el desarrollo de la ciencia racionalista y el pensamiento crítico. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el método cartesiano, sus características principales, quién fue Descartes, y las filosofías que influyeron en su desarrollo.

Qué es el método cartesiano

El método cartesiano es un enfoque sistemático para alcanzar el conocimiento verdadero mediante la aplicación de la duda metódica y el análisis racional. Este método se basa en la premisa de que para construir un conocimiento sólido y seguro, es necesario poner en cuestión todas las creencias que no se presenten como absolutamente claras y distintas. A través de este proceso, Descartes buscaba identificar una base indubitable sobre la cual construir todo el conocimiento humano. La proposición fundamental «Cogito, ergo sum» («Pienso, luego existo») se convierte en el punto de partida indudable de su filosofía.

Características del método cartesiano

El método cartesiano se articula en cuatro reglas fundamentales que guían el proceso de pensamiento hacia la verdad:

  1. Evidencia: La primera regla establece que no se debe aceptar como verdadero nada que no se presente de manera clara y distinta a la mente. Esto implica una actitud crítica y escéptica frente a todas las creencias, evitando la precipitación y el prejuicio, y aceptando solo aquello que se presente con absoluta claridad.
  2. Análisis: La segunda regla consiste en dividir cada problema en tantas partes como sea necesario para resolverlo mejor. Este enfoque analítico permite descomponer problemas complejos en elementos más simples y manejables, facilitando su resolución paso a paso.
  3. Síntesis: La tercera regla indica que se deben conducir los pensamientos ordenadamente, comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer, y ascendiendo gradualmente hacia el conocimiento de los más complejos. Esta estructura ordenada y progresiva asegura una construcción sólida del conocimiento.
  4. Comprobación: La cuarta y última regla establece la necesidad de hacer enumeraciones completas y revisiones generales para asegurarse de no omitir nada. Esta etapa de verificación final garantiza que el conocimiento alcanzado sea coherente, completo y exento de errores.

Quién fue Descartes

René Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye en Touraine, Francia. Desde joven, mostró un talento excepcional para la matemática y la filosofía. Fue educado en el Collège Royal Henry-Le-Grand en La Flèche, una de las mejores instituciones educativas de Francia, donde estudió filosofía escolástica y matemáticas. A pesar de la rigurosidad de su educación, Descartes se sintió insatisfecho con la enseñanza escolástica, que se basaba en gran medida en la memorización de textos de Aristóteles y otros autores medievales.

Tras finalizar sus estudios, Descartes sirvió en los ejércitos de Mauricio de Nassau y de Baviera, experiencias que le permitieron viajar y observar diversas formas de conocimiento y práctica en diferentes contextos. Estos viajes y su insatisfacción con la educación tradicional lo llevaron a desarrollar su propio método para alcanzar el conocimiento verdadero.

Descartes se trasladó a los Países Bajos en 1628, donde se dedicó plenamente a su trabajo filosófico y científico. En 1637, publicó su obra más influyente, el «Discurso del método», donde expuso su método de pensamiento racional y sus fundamentos filosóficos. Esta obra fue seguida por otras, como las «Meditaciones metafísicas» y los «Principios de la filosofía», que consolidaron su posición como uno de los filósofos más importantes de su época. Descartes murió el 11 de febrero de 1650 en Estocolmo, Suecia, pero su legado perdura hasta hoy.

Filosofías que le influenciaron

El pensamiento de Descartes fue influenciado por varias corrientes filosóficas y científicas anteriores y contemporáneas a él. Entre las más notables se encuentran:

  1. La filosofía escolástica: Dominante en la educación de Descartes, la escolástica era una síntesis de la teología cristiana y la filosofía de Aristóteles. Aunque Descartes se distanció de esta tradición, su formación escolástica le proporcionó una base sólida en lógica y argumentación, herramientas que utilizó para desarrollar su propio método.
  2. El racionalismo platónico: La idea de que la razón es la fuente principal del conocimiento, una perspectiva que se remonta a Platón, influyó profundamente en Descartes. Platón sostenía que las ideas son realidades eternas y que el conocimiento verdadero proviene de la razón más que de los sentidos. Descartes adoptó esta perspectiva, enfatizando la importancia de las ideas claras y distintas como base del conocimiento.
  3. Las matemáticas y la geometría: La obra de matemáticos como Euclides y Galileo Galilei fue una gran fuente de inspiración para Descartes. La claridad y precisión de las matemáticas ofrecían un modelo que Descartes quería emular en su filosofía. La certeza y el orden lógico de los teoremas matemáticos le parecían el ideal que debía alcanzar el conocimiento filosófico.
  4. El escepticismo: La tradición escéptica, que cuestiona la posibilidad de alcanzar un conocimiento verdadero y seguro, también tuvo una influencia significativa en Descartes. Los escépticos argumentaban que no se podía confiar plenamente en los sentidos ni en el razonamiento humano. Descartes adoptó una versión radical de esta postura en su método de la duda metódica, utilizando el escepticismo como herramienta para eliminar todas las creencias dudosas y encontrar una base absolutamente segura para el conocimiento.

Desarrollo del método cartesiano

Descartes desarrolló su método cartesiano a lo largo de varias obras, siendo el «Discurso del método» y las «Meditaciones metafísicas» las más influyentes. En el «Discurso del método», Descartes presenta su enfoque en un lenguaje accesible, dirigido tanto a filósofos como a científicos. Aquí introduce las cuatro reglas fundamentales y explica cómo aplicar la duda metódica para alcanzar certezas indubitables.

En las «Meditaciones metafísicas», Descartes lleva su método a un nivel más profundo, explorando cuestiones de existencia, verdad y la naturaleza del ser. En la primera meditación, aplica la duda metódica de manera radical, cuestionando incluso la existencia de su propio cuerpo y el mundo exterior. Es en esta obra donde formula la famosa proposición «Cogito, ergo sum», estableciendo la existencia del yo pensante como la primera certeza indudable.

La importancia del método cartesiano

El método cartesiano tuvo un impacto profundo y duradero en la filosofía y la ciencia. Su insistencia en la claridad, la evidencia y el análisis riguroso sentó las bases para el desarrollo del método científico moderno. La idea de que el conocimiento debe construirse sobre certezas indubitables y a través de un proceso ordenado y lógico ha influido en numerosos campos, desde la física y la biología hasta la psicología y la informática.

Descartes también inauguró una nueva era en la filosofía, marcando el comienzo del racionalismo moderno. Su enfoque centrado en la razón como fuente principal de conocimiento contrastaba con las corrientes empiristas que seguían a filósofos como Francis Bacon, que enfatizaban la importancia de la observación y la experiencia sensorial.