Captar la atención del consumidor es el mantra indiscutible del marketing actual… aunque, espera un momento, ¡esto no es algo nuevo! Ya en 1971, el economista Herbert A. Simon lo dijo alto y claro: cuando la información abunda, la atención escasea. Con este principio, y un Premio Nobel de Economía como aval, Simon puso en jaque a la industria publicitaria, que desde entonces asumió un reto casi obsesivo: conseguir que los consumidores reparen en sus mensajes antes de desviar la mirada.
Por aquel entonces, los medios tradicionales como la televisión o la radio reinaban sin competencia. Las marcas disponían de segundos, incluso minutos, para captar a las audiencias. Pero la llegada de Internet y, más tarde, las redes sociales, lo cambió todo. Hoy, estamos inmersos en un mundo digital donde los consumidores son impactados por entre 5.000 y 10.000 mensajes publicitarios al día, y donde la ventana de atención promedio se ha reducido a unos breves segundos. La competencia por cada segundo es brutal.
Y luego está la Generación Z. Este grupo, nacido entre pantallas, no solo ha desarrollado una habilidad casi instintiva para ignorar anuncios en milisegundos, sino que espera mucho más de las marcas. Valoran la autenticidad, la personalización y odian las interrupciones. No basta con estar presente en su feed; las marcas necesitan ofrecer contenido que conecte con sus valores y se integre sin forzar su atención. Aquí ya no se trata de cómo captar miradas, sino de cómo mantenerlas.
Esta evolución plantea una serie de preguntas esenciales: ¿cómo ha cambiado nuestra relación con la publicidad en las últimas décadas? ¿Qué hemos aprendido de las estrategias del pasado? Y lo más importante, ¿qué necesita un mensaje para destacar en la era del scrolling infinito?
Vamos a descubrirlo, paso a paso, analizando los retos y las claves para diseñar campañas que no solo llamen la atención, sino que conecten de manera auténtica y duradera con audiencias que lo han visto todo.
La atención del consumidor no es infinita, pero tampoco está perdida
¿Cómo ha evolucionado la publicidad en términos de atención?
Del impacto masivo a la personalización extrema
Formato y canal han sido siempre las piezas clave del puzle publicitario. Durante las décadas en las que la televisión reinaba como el medio más codiciado, el éxito se medía en términos de alcance masivo: ¿cuántos millones de espectadores podían ver tu anuncio durante el prime time? Sin embargo, todo cambió a partir de los años 90 con la llegada de Internet.
La publicidad dejó de ser unidireccional, ese monólogo de marca hacia el consumidor, para transformarse en interactiva. La revolución digital no solo ofreció nuevos formatos, sino también un boost de datos sin precedentes. Las marcas pasaron a entender mejor a sus audiencias gracias a métricas de comportamiento en tiempo real. Pero, como ocurre con todo avance, llegaron también los retos.
Hoy, la sobreexposición publicitaria se ha convertido en un arma de doble filo. Entre banners, videos y anuncios en redes sociales, los usuarios están saturados con entre 5.000 y 10.000 impactos publicitarios diarios. ¿El resultado? Una atención más frágil y selectiva, y un tiempo cada vez más limitado para que las marcas puedan captar interés y generar interacción.
Insights clave: ¿Por qué la atención es más escasa ahora?
- El tiempo de exposición se reduce constantemente
En el año 2000, el promedio de atención humana era de 12 segundos; hoy, apenas llega a 8 segundos, menos que un pez dorado. Esta caída se amplifica en redes sociales, donde el famoso scrolling infinito obliga a las marcas a competir por segundos fugaces de atención. - La saturación de canales digitales
Plataformas como TikTok e Instagram han sofisticado sus algoritmos para maximizar el tiempo que los usuarios pasan en ellas. Pero esto también ha generado un fenómeno conocido como “fatiga publicitaria”. Según un informe de IAB España, el 54% de los usuarios considera la publicidad digital intrusiva o muy intrusiva, empujando a las marcas a explorar alternativas más sutiles y efectivas. - La Generación Z: exigencia en estado puro
Nativos digitales y multitarea por naturaleza, el 85% de los jóvenes Z utiliza varios dispositivos a la vez mientras consume contenido, según un estudio de Think with Google. Esto fragmenta aún más su atención y eleva las expectativas hacia las marcas: no solo quieren relevancia, sino también autenticidad y conexión emocional.

Seguro que has visto estos anuncios alguna vez…
Una imagen que no encaja del todo con el producto: una foto llamativa, incluso confusa, que te obliga a hacer clic solo para entender de qué se trata. ¿Un anuncio de pelucas que parece otra cosa? Exacto. Este tipo de campañas, diseñadas para capturar atención a toda costa, son cada vez más frecuentes, especialmente en marcas de eCommerce asiático.
Aunque puedan parecer efectivas a corto plazo, replicar estas estrategias sin una conexión real con tu audiencia puede ser peligroso. Si el primer clic resulta ser una decepción, la percepción de tu marca puede sufrir, erosionando la confianza de los usuarios en el proceso.
De la interrupción a la integración: Claves para captar atención de manera efectiva
Un término clave en este contexto es language-channel fit. Esto significa adaptar el mensaje al tono, formato y propósito de cada canal. ¿El resultado? Campañas que no solo captan atención, sino que resuenan con la audiencia.
- Entiende el propósito del canal
Antes de crear contenido, pregúntate: ¿qué busca el usuario en esta plataforma? En TikTok, el contenido debe ser breve y auténtico; en LinkedIn, educativo y profesional. Adaptar tu estrategia a estas expectativas es crucial. - Ajusta el tono y la estética
Un mensaje universal puede necesitar enfoques diferentes según el canal. Un eslogan ingenioso y formal puede funcionar en un anuncio de LinkedIn, pero requerirá un giro relajado y visual para Instagram Stories. - Integra, no interrumpas
Los anuncios que interrumpen el flujo natural de consumo (como pop-ups o banners disruptivos) generan rechazo. En cambio, los formatos que se integran de manera orgánica con el contenido, como los banners en materiales educativos, logran un impacto más duradero. - Experimenta y ajusta constantemente
Ninguna campaña nace perfecta. Probar diferentes formatos y mensajes te permitirá identificar qué resuena mejor con tu audiencia. Por ejemplo, un mensaje informativo puede funcionar en LinkedIn, mientras que el mismo contenido se convierte en un video dinámico en TikTok.

Conclusión: El valor de la atención en la era digital
La atención del consumidor no es infinita, pero tampoco está perdida. En un entorno saturado, las marcas que triunfan son aquellas que no solo logran captar interés, sino que lo sostienen con mensajes relevantes, personalizados y auténticos.
El verdadero reto ya no es aparecer en el feed de alguien, sino quedarse en su memoria. Y para lograrlo, las estrategias de interrupción ya no son suficientes: la integración, la relevancia y el respeto por el contexto del usuario son el camino a seguir.
¿Está tu marca preparada para diseñar campañas que conecten en lugar de molestar? Sigue a Wuolah en Linkedin y cuéntanos, ¡te esperamos!