Orígenes de la Empresa

Monsanto fue fundada en 1901 por John Francis Queeny en St. Louis, Missouri. Originalmente, la compañía se enfocaba en la producción de edulcorantes artificiales, como el aspartame. Sin embargo, a lo largo de las décadas, Monsanto comenzó a diversificarse en productos químicos y agrícolas.

Durante la década de 1970, la empresa lanzó el glifosato, un herbicida que se convertiría en uno de sus productos más emblemáticos. Este químico fue diseñado para destruir malezas, permitiendo que los cultivos crecieran sin competencia. Con el tiempo, Monsanto desarrolló semillas genéticamente modificadas que eran resistentes al glifosato, lo que cambió drásticamente el panorama agrícola.

La combinación de herbicidas y semillas genéticamente modificadas permitió a los agricultores aumentar significativamente sus rendimientos, pero también generó críticas sobre la dependencia de productos químicos en la agricultura.

Innovaciones y Controversias

A finales de los años 90, Monsanto lanzó al mercado variedades de cultivos como el maíz y la soja resistentes al glifosato. Esto llevó a que el herbicida se convirtiera en el más utilizado en el mundo. Sin embargo, la popularidad del glifosato trajo consigo una serie de controversias.

En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, parte de la Organización Mundial de la Salud, clasificó al glifosato como "probablemente carcinogénico para los humanos". Esta declaración provocó un aluvión de demandas contra Monsanto, lo que afectó severamente la reputación de la empresa y su situación financiera.

A pesar de los desafíos legales, Monsanto continuó defendiendo el uso de glifosato, argumentando que es esencial para la producción de alimentos y la sostenibilidad agrícola. Sin embargo, muchos críticos sostienen que los riesgos para la salud y el medio ambiente son demasiado altos.

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