La casa de Bernarda Alba
«La Casa de Bernarda Alba» es una de las obras más emblemáticas del teatro español del siglo XX. Escrita por Federico García Lorca, este drama es el último de una trilogía que examina y critica la situación de la mujer y la represión en la sociedad española de la época.
Tabla de contenidos
Quién escribe ‘La casa de Bernarda Alba’
Federico García Lorca, nacido en 1898 en Fuente Vaqueros, Granada, es uno de los poetas y dramaturgos más destacados de la literatura española. Su obra abarca poesía, teatro y prosa, donde fusiona el simbolismo, el surrealismo y una profunda crítica social y cultural. Educado en la Residencia de Estudiantes de Madrid, Lorca se sumerge en un ambiente de crecimiento intelectual junto a figuras de la talla de Salvador Dalí y Luis Buñuel.
La producción dramática de Lorca se enmarca en la llamada «Generación del 27», un grupo de escritores que innovaron en la literatura española con una mezcla de modernidad y tradición, y que no dudaron en utilizar su arte como un medio de crítica social. Su trilogía teatral sobre la situación de la mujer española, compuesta por «Bodas de sangre», «Yerma» y «La casa de Bernarda Alba», pone de manifiesto las restricciones sociales y emocionales impuestas a las mujeres de su tiempo.
«La Casa de Bernarda Alba» fue escrita en 1936, poco antes del asesinato de Lorca al comienzo de la Guerra Civil Española. En esta obra, Lorca deja un testimonio elocuente de las tensiones sociales que ya se palpaban en la sociedad española de la época, preludio del conflicto que estaba por desatarse.
Trama
«La Casa de Bernarda Alba» se desarrolla en un pequeño pueblo español durante los primeros años del siglo XX. La obra se centra en la vida de Bernarda Alba y sus cinco hijas, quienes tras la muerte del segundo esposo de Bernarda, son sometidas a un luto riguroso y opresivo de ocho años que la matriarca impone con mano de hierro. Este luto se convierte en el catalizador de las tensiones que subyacen en la familia y en la comunidad, desencadenando una serie de eventos que revelan la represión, el deseo y la desesperación que consumen a los personajes.
La trama se intensifica con la presencia de Pepe el Romano, el prometido de Angustias, la hija mayor de Bernarda. Pepe, aunque nunca aparece en escena, es un personaje central cuya relación con Angustias y su secreto amorío con Adela, la hija menor, desata conflictos cruciales. Adela, en contraste con sus hermanas, se rebela contra la tiranía de su madre y el destino que ésta ha impuesto, luchando por su derecho a la felicidad y al amor.
La obra avanza hacia un clímax trágico cuando la lucha por la autonomía y el deseo chocan frontalmente con las rígidas normas sociales representadas por Bernarda. La tensión se desborda en un final dramático que deja al descubierto las profundas heridas emocionales y sociales de los personajes.
Personajes
La fuerza dramática de «La Casa de Bernarda Alba» reside en su elenco de personajes, cada uno meticulosamente dibujado para reflejar tanto las restricciones individuales como las sociales. A continuación, se describen los principales personajes de la obra:
- Bernarda Alba: La protagonista que da nombre a la obra, es una viuda tiránica y autoritaria que impone un luto estricto a sus hijas tras la muerte de su segundo marido. Representa el conservadurismo y el control extremo, y su carácter intransigente refleja las normas opresivas de la sociedad.
- María Josefa: Madre de Bernarda, es un personaje que, aunque marginal y encerrado, representa la voz de la verdad y la locura. Sus monólogos suelen revelar verdades profundas sobre la libertad y la opresión, siendo una figura casi profética.
- Angustias: La hija mayor de Bernarda, fruto de su primer matrimonio, es la única que posee una dote. Su compromiso con Pepe el Romano es el desencadenante del drama principal.
- Magdalena, Amelia y Martirio: Las otras hijas de Bernarda, viven bajo las mismas restricciones impuestas por su madre y cada una manifiesta su descontento y frustración de manera diferente. Martirio, en particular, es un personaje complejo cuyos sentimientos hacia Pepe el Romano añaden una capa adicional de tensión a la trama.
- Adela: La más joven y rebelde de las hermanas, desafía abiertamente la autoridad de su madre y lucha por su derecho al amor y la felicidad. Su relación secreta con Pepe el Romano y su deseo de libertad son centrales en la obra.
- La Poncia: Sirvienta de la casa y confidente de Bernarda, actúa como la conciencia crítica de la obra. A través de ella, Lorca ofrece una perspectiva más pragmática y menos idealizada de la vida bajo el dominio de Bernarda.
- Prudencia: Una amiga de la familia, representa la aceptación social de las normas y tradiciones, contrastando con la rebeldía de Adela.
El impacto de ‘La casa de Bernarda Alba’ en aquella época
«La Casa de Bernarda Alba», escrita en 1936 y estrenada en 1945, llegó en un momento de agitación política y social en España. La obra fue una respuesta directa a las normas represivas y al control autoritario que caracterizaban la sociedad española antes y después de la Guerra Civil. La recepción de la obra, sin embargo, fue complicada por el contexto político de la época.
En la España franquista, la censura y la represión de las libertades individuales eran norma, y las obras que desafiaban el status quo, como «La Casa de Bernarda Alba», enfrentaban serios obstáculos para su producción y difusión. Lorca mismo había sido asesinado por sus ideas progresistas y su abierta homosexualidad, lo que marcó un precedente sombrío para la interpretación de sus obras.
A pesar de estos desafíos, «La Casa de Bernarda Alba» logró resonar entre la gente, gracias en parte a su profunda humanidad y a la universalidad de sus temas. La obra fue vista no solo como un drama sobre la represión femenina, sino también como una crítica más amplia de cualquier sistema que niega la libertad personal. Este doble nivel de interpretación ayudó a que la obra trascendiera las circunstancias de su tiempo y lugar de creación.
Además, el enfoque de Lorca en los personajes femeninos y sus luchas internas ofreció una nueva perspectiva en el teatro español, dominado tradicionalmente por voces y perspectivas masculinas. Su capacidad para abordar temas de género, clase y poder de una manera tan cruda y emocionalmente resonante, permitió que la obra se mantuviera relevante y provocadora a lo largo de las décadas.
La influencia de «La Casa de Bernarda Alba» se extendió más allá de las fronteras de España, convirtiéndose en una pieza fundamental en estudios sobre el teatro moderno, los estudios de género y la literatura de resistencia. A través de su exposición de las injusticias sociales y personales, Lorca no solo creó una obra maestra del drama, sino también un vehículo para la reflexión y el cambio social, haciendo de «La Casa de Bernarda Alba» un legado perdurable de su genio literario.